La española Almirall Palou fue una de las casas que mantuvo activa la llama del coleccionismo de soldados de plomo en años difíciles y permitió, entre otras cosas, la llegada de las firmas que llevaron la calidad de las piezas a los elevados niveles que hoy en día podemos encontrar en el mercado.
De calidad y pintadas en mate, una de sus series más gratas fue esta del Ejercito Español de 1981.
Vemos hoy a este gallardo ¨boina-verde¨ que pronto adornará la vitrina de mi buen amigo Jesús, antiguo miembro de esa unidad de elite.
Vemos también un soberbio Guardiamarina en uniforme de verano de la Escuela Naval Militar.
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