Los tiempos para según que tipo de juguetes son duros. Estamos en la época de los juegos de ordenador o mas aún de los juegos de consola de marca especifica. Hay una industria extraordinaria ahí fuera que genera miles de millones de dolares en ese segmento de juego que tiene atrapada a la juventud de todo el mundo.
Y es lógico porque hay que reconocer que los juegos de ordenador o plataforma lo ponen fácil.
Ellos lo dan todo de serie: el escenario, los personales, la interacción, la movilidad e incluso el juego en grupo. Son los tiempos.
Si comparamos eso con el tradicional juego con soldados de plástico, este pierde por goleada.
Hay que trabajarse el escenario, imaginar la acción, mover cada pieza, adjudicarle carácter a tus piezas favoritas y luego, encima, recogerlo todo. No hay comparación, lo reconozco.
Sin embargo nuestros juegos tenían enormes ventajas que no veo tan claras en la electrónica. Una de ellas y no la menor, era precisamente el ejercicio de imaginación que hacia falta para desarrollarlos.
Gracias al esfuerzo y energía de valientes industriales como la firma argentina DSG, comercializada por la también argentina Redskorpio, el mercado puede disponer de joyas como esta serie de nueva creación de la Legión Romana. Complemento perfecto de cualquier acción de la época.
Piezas bien trabajadas, solidas y de una gran belleza mecánica. Son firmas como DSG las que mantienen viva nuestra afición.
Esta gran serie llega a nosotros de la mano de nuestro buen amigo Pedro. Un fuerte abrazo Pedro.