Las figuras no eran muy buenas- planos y de escaso tamaño- ni de gran calidad, pero dieron horas y horas de juego a miles y miles de niños de aquellos años.
Hubo varias series muy originales incluyendo: vaqueros, barcos, circo, vikingos, IIGM o espaciales por ejemplo.
En España el producto no estaba, desde luego, disponible; pero sus maravillosos anuncios aparecían en algunas publicaciones juveniles que sí llegaban aquí. Tal era el caso de los cómics de la casa Dell, por ejemplo.
Mi padre fue un gran aficionado a los cómics y de ese modo llegaron a mi estos anuncios.
Especialmente los dos primeros llenaban mi imaginación de batallas y combates con los cientos de soldados anunciados en ellos a través de su magnifico grafismo. Un recuerdo imborrable 50 años después y un merecido tributo a aquellos jóvenes industriales.
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