Bond es famoso por sus múltiples habilidades masculinas. Una de ellas es, sin duda, el perfecto control y maestría al volante de cualquier cosa que se mueva.
El clásico Aston Martin DB5 o el no menos hermoso Lotus Sprit y los eficaces BMW le han acompañado, entre otros, en todas sus películas.
Este Ferrari F555 de la película Goldeneye era el que conducía la malvada Xenia Onatop por las carreteras de Mónaco y que era identificado por Bond en la puerta del Casino de Montecarlo con placas falsas.
La figura de Bond en plomo es de una casa inglesa que produjo varias series de personajes de las películas de JB.
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