Era uno de los personajes de comic favoritos de mi padre por la extraordinaria calidad de su dibujo y lo bonito de sus aventuras medievales.
Varias casas jugueteras se basaron en sus personajes para lanzar series de figuras. Entre ellas, Reamsa, Elastolin o Lafredo y otras como la española Nemrod produjo una panoplia con el espada, un increíble escudo de hojalata y el casco.
Sus historias estaban llenas de ingenio, valor, dignidad, gallardía y hombría de bien y junto con nuestro posterior Capitán Trueno son los héroes medievales por excelencia de nuestra juventud.
Las aventuras graficas del Príncipe Valiente arrancan para el King Features Syndicate en 1937 y continua publicándose a día de hoy en tiras diarias en mas de 300 periódicos.
La historia se ha convertido en una saga familiar y en ella hemos visto desde el joven Val en sus comienzos de paje y escudero en la corte del Rey Arturo en Camelot hasta convertirse en el noble padre de familia que sigue luchando por el bien, la justicia y la defensa de los numerosos peligros a los que los suyos se enfrentan.
En ellas hemos aprendido a querer a Sir Gwain, temer al terrible Sligon, soñar con grandes batallas frente a incontables enemigos o espantosas bestias y desear ser los afortunados poseedores de la "espada que canta" que en las manos correctas brindaba la victoria segura.
La Inglaterra medieval, Bizancio, Roma, Tierra Santa entre otros y tanto en mar como en tierra vieron a nuestros héroes encarar sin pestañeo los mas obscuros peligros en defensa del bien, la justicia y la lealtad.
Una de las características de sus aventuras es que los personajes no usan globos para los diálogos siendo el autor el que describe la acción en textos en los márgenes de las viñetas.
Tuve la fortuna de crecer acompañado de varios libros y comics de Foster y tengo ahora la fortuna de tener magníficos amigos que se acuerdan de mi cuando ven algo que piensan puede ser de mi interés.
Tal es el caso de este precioso ejemplar del numero 1 de la edición de Buru Lan de 1972 que mi buen amigo Manu me acaba de regalar.
Muchas gracias Manu, por ese minuto mágico y acordarte.