La Fiesta Nacional fue, en los años gloriosos de las figuras de plástico, objeto de numerosas representaciones.
Entre ellas y solo por citar algunas de las mas importantes están las inglesas Charbens y Crescent y la francesa Starlux que tiene una preciosa serie de la que hablaremos otro día.
Sin embargo, como es lógico, es en nuestro país donde el tema se trató con mejor acierto y donde se hicieron series de tauromaquia llenas de elegancia y gracia.
Es Reamsa la que esta vez da de lleno en la diana y con trabajos de George Erik realiza estas preciosas figuras que veis en las fotos.
El caballo blanco sin jinete es el del alguacilillo, pieza que falta en nuestra serie.
No fueron parte de mi colección infantil ya que pese a los buenos deseos de mi abuelo D.Agustín Martín, mi madre considero que el día en el que yo pedía con insistencia una preciosa plaza de toros completa que había en el escaparate de una famosa juguetería de mi ciudad, no era el adecuado para ese regalo y que ya habría tiempo en cumpleaños o Reyes.
Cosas de las madres que velan con celo para que sus hijos, de unos 7 años en mi caso, no adquieran costumbres licenciosas de lujo y exceso de juguetes.
Quiero aprovechar para desde estas lineas rendir un cálido homenaje a la memoria de mi abuelo Agustín, quien me enseño a jugar a muchas cosas, entre ellas a toreros y a la peonza y cuyo bastón hizo de rifle en muchos combates imaginarios.